Entrevista televisiva canal Jn 19 en el programa del padre Manuel Rodríguez, por la celebración de los 150 años de la presencia de las hermanas en el Perú.
Inicio del año jubilar con la Eucaristía presidida por Monseñor Adriano Tomasi.
Apertura del año jubilar.
Solicitadas por la Beneficencia Francesa de aquel entonces, cuatro hermanas de la congregación San José de Cluny llegaron a Lima el 8 de junio de 1870.
Llegan para hacerse cargo de la Casa de Asilo francesa, para asistir a las familias de origen francés, que tenían necesidad de sus cuidados y asistencia.
Después de algunos años, esta Casa de Asilo se transformó en la Clínica «Maison de Santé».
Durante casi un siglo, las Hermanas estuvieron a cargo de la administración y atendían en todos los servicios de dicha Clínica.
Reconocido su trabajo y ampliando su radio de acción, en 1884, las hermanas establecieron un Colegio en Lima, igualmente para los hijos de las familias francesas. Muy pronto, el alumnado se multiplicó pues, además de los niños franceses, un gran número de familias peruanas solicitaron ingreso para que sus hijos aprendiesen el idioma extranjero, y aprovecharan también del método de estudios preconizado en Francia.
Impulsadas por el Espíritu Santo y sostenidas por los ejemplos y consejos de la Bienaventurada Ana María Javouhey, fundadora de la Congregación, las hermanas responden a las necesidades que descubren como signos de los tiempos.
En el corazón de las hijas de Ana María Javouhey, resuenan sus palabras: “ ¡Sean valientes, sirvan a Dios con alegría y generosidad! … “Hay que ser de su tiempo para ganarlo a Jesucristo” … “Quisiera estar donde hay algún bien que hacer! … “Que Dios sea glorificado, ¡en todo y siempre su Santa Voluntad”.
Después del primer colegio en Lima, sucesivamente se abrieron colegios en Ica, Chucuito, Barranco, Magdalena del Mar y San Martín de Porres. Casas de trabajo pastoral en Chosica, Talavera, Villa El Salvador, Acobamba (Huancavelica), Saramiriza (Loreto), Llacanora (Cajamarca).
Guiadas por este mismo espíritu misionero, las hermanas responden a la invitación del obispo de Matanzas, en Cuba, a través de la Casa General, y en el año 1997 se funda la primera comunidad, en San Miguel de los Baños. Posteriormente en el 2001 la segunda, en Colón. Ambas comunidades al servicio de la pastoral en la Diócesis.